Los drones están viviendo en estos momentos una auténtica revolución gracias a su expansión al ámbito doméstico y recreativo, saltando desde los sectores profesional y militar que ya habían sido pioneros en el uso de estos aparatos.
A día de hoy han pasado a convertirse en verdaderas herramientas presentes en infinitos escenarios tanto personales como profesionales, esto ha abierto numerosas oportunidades de negocio, pero ha supuesto también numerosos problemas, que irán creciendo a medida que la gente tenga acceso a ellos, y el ciberespacio y los internautas no serán ajenos a estos riesgos que los drones puedan provocar.
Muchos de los drones que actualmente están en el mercado, como la mayoría de aparatos o herramientas tecnológicas de hoy en día, funcionan conectados a la red, o a dispositivos que se conectan a su vez por internet, por lo que el aumento de su popularidad va a ir necesariamente unido al aumento de los ciberriesgos, como ya ocurre en otros sectores como la telefonía o el sector del automóvil.
Al estar conectados a internet, son vulnerables al mismo tipo de problemas que pudieran sufrir un ordenador, un Smartphone o una Tablet, y es importante conocer que pueden verse afectados por ataques de hacking, virus informáticos o malware.
Los riesgos más peligrosos a los que se enfrentarán los drones podrían ser, entre otros, el hacking de los sistemas, la toma del control remoto del dron, o el apoderamiento de las imágenes y las grabaciones que pudieran captar aquellos dotados de cámaras de vigilancia.
Por ejemplo existen drones de grandes dimensiones, con sistemas de vuelo automatizados utilizados para la grabación de eventos de cualquier naturaleza, conectados y calibrados a través de sistemas GPS, que podrían ser vulnerables ante un ciberataque que accediera a través de la red a sus sistemas, y modificara las trayectorias de vuelo, tanto para robarlo y que no volviera al su punto de origen, como para alterar los parámetros del GPS y provocar que se estrellara contra edificios o personas.
La solución en estos momentos pasa, desde el punto de vista de los fabricantes, por tener presente desde el momento del diseño y la creación de estos aparatos la existencia de los riesgos del ciberespacio, y proteger desde el origen los elementos expuestos a las redes (como la conexión wifi o de bluetooth para el control del dron) que puedan abrir la puerta a los ciberatacantes.
Desde el punto de vista de los usuarios, también será necesario adoptar todas las configuraciones de seguridad que los fabricantes vayan implementando en el software de los drones al igual que se hace con un ordenador o una Tablet. Y guardar todas las precauciones que se toman con cualquier otro dispositivo conectado a internet.
Espero que os haya resultado interesante.
Álvaro Écija (@Alvaro_ecija)
Managing Partner at Ecix Group (@EcixGroup)
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