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La ciberjusticia

La representación de la justicia suele recaer en una mujer con los ojos vendados, sujetando una balanza con una mano, y con la otra sujeta una espada.

  • Los ojos vendados significan que juzga sin ver a las personas, sino solamente los hechos en controversia.
  • La balanza significa que recoge las pruebas de cada parte.
  • La espada significa que el culpable será castigado con dureza.

Trasladando esta imagen representativa al ciberespacio, me gustaría destacar las siguientes cuestiones:

¿Quién sujeta la balanza en una controversia cibernética? ¿Los ejecutivos que gobiernan el sitio web? ¿El algoritmo matemático que decide qué información prevalece o se elimina?

Veamos un ejemplo reciente: El gran sitio web, isla normativa, o incluso estado virtual, Facebook, ha lanzado un sistema de ciberjusticia para resolver las controversias relativas a informaciones que puedan ser calificadas como falsas.

Ante una posible noticia falsa o ciberbulo, Facebook decide, a través de un algoritmo matemático, eliminar esa noticia. Si este sistema falla, o no es capaz de dar una respuesta, interviene una tercera organización (En el caso de Alemania, llamada Correctiv) que decide si la noticia es verdadera o no.

Con este ejemplo, se puede apreciar que se empieza a crear una nueva figura, la del Ciberjuez.

La peculiaridad es que dicho algoritmo matemático ha sido creado y definido por personas, es decir, existe intervención humana previa en la definición y ponderación de esta fórmula matemática.

Y el dilema que plantea: ¿Es ese algoritmo independiente? En el sentido de que se quiera resolver la noticia falsa ¿Es independiente de la propia controversia? ¿Juzga los hechos con los ojos vendados como lo haría la Justicia?.

Parece que Facebook no lo hace con los ojos vendados. Entre otras cosas porque ella forma parte del proceso que se juzga.

¿No sería más inteligente y justo que la creación de este algoritmo recayera en personas distintas a las pertenecientes a la propia Facebook? Incluso sería recomendable que la definición de ese modelo matemático recayera en personas diferentes con conocimientos multidisciplinares: jurídico, matemático, e informático, entre otros.

Cabe recordar y traer a colación los postulados físicos y matemáticos de un genio, que me hizo ver la realidad de otra forma: Albert Einstein.

El ciberespacio carece de espacio y de las tres dimensiones espaciales. Es un cibermundo inmaterial y virtual, pero real porque los seres humanos lo percibimos con nuestros sentidos.

El cerebro procesa ese cibermundo con los sentidos, y el problema es que está acostumbrado a resolver controversias materiales e inmateriales con un sistema normativo de coordenadas territoriales, basadas en el principio territorial que actúa como pilar básico inmutable. Y al producirse controversias en un sistema no soportado por la materialidad, este principio se supera y se seguirá superando aún más con el avance del tiempo (cuando llegue la singularidad tecnológica, incluso más)

Los juristas son presos de su mente cartesiana, repleta de normas territoriales, ya que ese era el mundo conocido cuando se estudiaba Derecho, pero ha nacido una nueva forma de verlo y entenderlo, el Ciberderecho y la Ciberjusticia, que será necesario adoptar y aplicar.

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Author: Álvaro Écija

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