Se define como suceso a una cuestión que ocurre. El término tiene su origen en el vocablo latino successus y se emplea en especial cuando aquello que ocurre o se desencadena posee una cierta trascendencia.
En el ámbito jurídico, los sucesos están marcados por la trascendencia. Un suceso irrelevante que no provoca ninguna consecuencia en el mundo físico o en el mundo virtual , desde un punto de vista jurídico no tiene relevancia.
Un suceso relevante sin embargo es aquel que provoca una consecuencia en el mundo físico o en el mundo del ciberespacio.
• Suceso material: Un suceso puede calificarse como material si se produce exclusivamente en el mundo físico, y puede provocar consecuencias tanto en el mundo físico como en el mundo virtual.
• Suceso inmaterial: Un suceso puede calificarse como inmaterial si se produce exclusivamente en el mundo virtual, aunque excepcionalmente existen sucesos inmateriales que pueden ocurrir en el mundo físico, como el pensamiento de una persona.
El espacio es uno de los dos factores determinantes a la hora de valorar un suceso. Un suceso ocurre en un espacio determinado, en un tiempo determinado. No puede suceder en dos espacios diferentes al mismo tiempo.
El espacio marcará desde el punto de vista jurídico la calificación de un suceso. No es lo mismo un suceso ocurrido en el marco normativo de un país de Oriente Medio, que un suceso ocurrido en el marco normativo de una capital europea.
El tiempo es el segundo factor determinante a la hora de valorar un suceso. Un suceso ocurre en un tiempo determinado único. O bien a lo largo de un periodo cierto de tiempo.
Un suceso no puede producirse en más de un momento de manera idéntica. El tiempo es único y los sucesos ocurren una única vez, alterando la valoración jurídica de estos de manera determinante. No es lo mismo un suceso ocurrido en el marco normativo de un país durante el transcurso de la Edad Media, que un suceso ocurrido en los primeros años del siglo XXI.
Leave a Comment